Adriana sobre la fiesta de Eärlindë:
“Los cuernos de Selene apuntaban al oriente e iluminaban la noche estrellada... Las Ondinas comenzaron a danzar con tanto brío que agitaron como nunca los mares, lagos y ríos. Los Silfos, que no querían quedar fuera de tal jolgorio, se complotaron y comenzaron a soplar y soplaron con tanto impulso que hicieron sonar con un ímpetu inusitado a la caracola del Faro que sonó y sonó con tanta fuerza que fue escuchada en todos los rincones de Gondor, la Comarca, Isengard, Lórien, Moría, Rohan, Rivendel, Fangorn, Cirith Ungol, y Minas Morgul... La melodía era de tal belleza que envolvió a todos los corazones con un mágico lazo para atraerlos y arrastrarlos hasta su origen. Así con su hechizo sedujo a todos los seres de todas las tierras que acudieron hipnotizados hasta Eärlindë. Inclusive Nazgûl, dragones, Orcos y Trolls mansamente se acercaron. Una vez todos ahí, por un instante, se pudo escuchar en el silencio los corazones que latían al unísono. Por primera vez Hombres, Orcos, Enano...