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Mostrando entradas de julio, 2019

Carta de Tolkien, sobre la «muerte» como Don

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"Aunque sólo al leer yo mismo la obra (con intención crítica) cobro conciencia del lugar dominante que ocupa el tema de la Muerte. (No es que haya en ello un «mensaje» original: la mayor parte del arte y el pensamiento humanos tiene preocupaciones similares.) Pero, por cierto, ¡la Muerte no es un Enemigo! Dije, o tuve intención de decir, que el «mensaje» era el horrible peligro de confundir la verdadera «inmortalidad» con una ilimitada longevidad seriada. La liberación del Tiempo y la adhesión a Él. La confusión es obra del Enemigo, y una de las causas principales del desastre humano. Compárese la muerte de Aragorn con uno de los Espectros del Anillo. Los Elfos llaman a la «muerte» el Don de Dios (a los Hombres) . Su tentación es diferente: va hacia una melancolía fainéante, agravada por la Memoria, que conduce al intento de detener el Tiempo." Carta n°208

Celebramos juntos el Día del Amigo!

Este sábado 20 : Mereth-i-Mellyn , Fiesta de los Amigos Nuevamente nos reunimos para celebrar todos juntos un año más de amistad y camaradería en el Faro Eärlindë. ¡Por Tolkien, quien nos unió! ¡Los esperamos!... tmblr.co/ZMm3fW2jZR1xY

Fragmento, el Final de Eöl en Gondolin

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"Eöl fue llevado al palacio, y se Mantuvo en pie ante el alto trono de Turgon, con una expresión torva y orgullosa. Aunque no estaba menos asombrado que su hijo ante todo cuanto veía, más le pesaban en el corazón la ira y el odio que sentía por los Noldor. Pero Turgon lo trató con honores y se puso de pie y quiso tomarle la mano; y le dijo: —Bienvenido, mi pariente, pues por tal os tengo. Aquí moraréis a vuestro gusto, pero no abandonaréis mi reino; porque es mi ley que quien encuentre el camino a mi morada ya no podrá irse. Pero Eöl retiró la mano. —No reconozco yo tu ley —dijo—. Ni vos ni ninguno de vuestro linaje tenéis derecho en esta tierra a apoderaros de reinos o poner límites en sitio alguno. Esta es la tierra de los Teleri, a quienes traéis guerra e inquietud, y a los que tratáis siempre con orgullo e injusticia. Nada me importa de vuestros secretos y no vine a espiaros, sino a reclamar lo mío: mi esposa y mi hijo. No obstante, si cierto derecho tenéis a Aredhel, vuestr...

El final de Denethor, eSdlA

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"Entonces, de improviso, Denethor rompió a reír. De nuevo se irguió, alto y orgulloso, y volviendo a la mesa con paso rápido tomó de ella la almohada en que había apoyado la cabeza. Y mientras iba hacia la puerta le quitó la mantilla que la cubría, y todos pudieron ver lo que llevaba en las manos: ¡un palantir!. Y cuando levantó la Piedra en alto, tuvieron la impresión de que una llama empezaba a arder en el corazón de la esfera; y el rostro enflaquecido del Senescal, iluminado por aquel resplandor rojizo, les pareció como esculpido en piedra dura, perfilado y de sombras negras: noble, altivo y terrible. Y los ojos le relampagueaban. —¡Orgullo y desesperación! —gritó—. ¿Creíste por ventura que estaban ciegos los ojos de la Torre Blanca? No, Loco Gris, he visto más cosas de las que tú sabes. Pues tu esperanza sólo es ignorancia. ¡Ve,afánate en curar! ¡Parte a combatir! Vanidad. Quizá triunfes un momento en el campo, por un breve día. Mas contra el Poder que ahora se levanta no hay...

Descripción de Elrond en ESDLA

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«Era tan noble y de facciones tan hermosas como un señor de los elfos, fuerte como un guerrero, sabio como un mago, venerable como un rey de los enanos, y benévolo como el estío». ——Tolkien, 1982, p. 61.

Fragmento de la búsqueda del anillo, Cuentos Inconclusos

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"Ahora bien, por causa del disgusto y el temor que le provocaba, en los últimos días Saruman evitaba a Gandalf y rara vez se encontraban, salvo en las asambleas del Concilio Blanco. Fue en el gran Concilio celebrado en 2851 cuando se habló por primera vez de la «hoja de los Medianos», y el asunto se consideró divertido en ese momento, aunque luego se recordó bajo una luz diferente. El Concilio se reunió en Rivendel, y Gandalf estaba sentado aparte, silencioso, pero fumando prodigiosamente (algo que nunca había hecho antes en tales ocasiones) mientras Saruman hablaba en su contra y sostenía con insistencia que, en oposición al consejo de Gandalf, Dol Guldur no debía ser atacada todavía. Tanto el silencio como el humo parecían molestar mucho a Saruman, y antes de que el Concilio se dispersara, le dijo a Gandalf: —Cuando se debaten asuntos de peso, Mithrandir, me asombra un poco que juguéis con vuestros juguetes de humo y fuego mientras los demás hablan con seriedad. Pero Gandalf ...